sábado, 25 de julio de 2009

Rayuela

A Oliveira le gusaba hacer el amor con la Maga porque nada podía ser más importante para ella y al mismo tiempo, de una manera difícilmente comprensible, estaba como por debajo de su placer, se alcanzaba en él un momento y por eso se adhería desesperadamente y lo prolongaba, era como un despertarse y conocer su verdadero nombre, y después recaía en una zona siempre un poco crepuscular que encantaba a Oliveira temeroso de perfecciones, por la Maga sufría de verdad cuando regresaba a sus recuerdos y a todo lo que oscuramente necesitaba pensar y no podía pensar, entonces había que besarla profundamente, incitarla a nuevos juegos, y la otra, la reconciliada, crecía debajo de él y lo arrebataba, se daba como una bestia frenética, los ojos perdidos y las manos torcidas hacia dentro, mítica y atroz como una estatua rodando por una montaña, arrancando el tiempo con las uñas, entre hipos y un ronquido quejumbroso que duraba interminablemente.

viernes, 24 de julio de 2009

concupiscencias

1. Propensión natural de los seres humanos a obrar en su propio interés,
alejado de las doctrinas de la fe, como consecuencia del pecado original.

2. El deseo que el alma siente por la satisfacción subjetiva; es una inclinación
interna del apetito sensual, la gratificación de los sentidos,
contrarios a la razón objetiva.

miércoles, 22 de julio de 2009

Y gritar

Que no todo es una mierda.
Aunque hayan cosas que te quemen.
Aunque no hay nadie en tu cama cuando vuelves por la noche.
Por lo menos siempre amanece.
Aunque para ti no cambie el día.
Aunque no haya nada que te invite a despertar.
Siempre hay alternativas.
Serendipia: encuentras sólo cuando no buscas.
Pero estás dispuesto a hallar...algo.
Las sonrisas.
La velocidad.
El aire.
El fuego.
Las manos.
Los besos.
Las lenguas.
El sexo.
Pese a las mentiras, pese a la realidad.
Y acabar a oscuras.

Sin dios, sin partido y con tu boca en mi cuello.
Y acabar en el suelo.
Tras sus luces azules encendidas.